domingo, 28 de septiembre de 2014

El Chivizcoyo... o la búsqueda de una gallina

Chivizcoyo
(nótese el gallardo porte del ave)
El Chivizcoyo (Dendrortyx barbatus) es un ave de la familia Odontophoridae, es decir, forma parte de las codornices del nuevo mundo. Es endémica de los bosques de niebla de la Sierra Madre Oriental, se le clasifica como amenazado o vulnerable y, sobre todo, es un ave condenadamente y mil veces condenadamente difícil de ver: el autor de este blog ha buscado durante bastante tiempo en los bosques de niebla alrededor de Xalapa y nunca ha visto un Chivizcoyo decentemente, apenas unas plumas por allí y otras por acá y algunos más en el Parque Macuiltepetl, donde fue reintroducido. Pero yo soy terco y quiero ver a esta gallina estrafalaria en libertad… y el único que puede ayudarme es Don Pedro Mota Hernández.

filo tenchotepe
Pedro Mota es un señor que vive en la ciudad de Coatepec: él fue un pajarero (de los que cazan pajaros y los atrapan) en otro tiempo, pero desde hace varios años se dedica a mantener un vivero de orquídeas con ayuda de su familia y, con su conocimiento del bosque de niebla, sirve como guía de los pajareros que vienen a buscarlo con el único objetivo de poder encontrar al Chivizcoyo.
Quede con Don Pedro de verlo en su casa a las seis de la mañana del dieciséis de agosto para subir al monte a buscar a esos escurridizos pájaros que ocupan mi imaginación. El cielo tenía estrellas y nubes, pero la luna se colaba llevando la luz blanca mientras nos alejábamos de la ciudad, y cada piedra del sendero que seguíamos parecía recortada y afilada por la luna, allí cantaba el Búho Moteado (Strix virgata). Mientras subíamos,
Pedro Mota me hablaba de las aves que hubo, de los tiempos cuando había Esmeraldas (Clorofonias) colgadas de los árboles, de las nutrias y de otros animales que hubo y ya no hay, y de unas aves que él llama Catarinas, y que, si todo va bien, tendrán su propia entrada en este blog.


árbol de choco
La noche dio paso al alba y no terminábamos de subir, el camino sigue y sigue… y conforme se aclara el cielo las aves comienzan a cantar, los primeros son los “Muchachas voy” (Saltator coerulescens) como les llama Don Pedro, después aparecen los Capulineros (Ptilogonys cinereus) y los Pavitos (Myioborus miniatus) y finalmente el sol sale e ilumina un árbol de choco viejísimo y enorme. Y entonces el sendero cambia: hasta ahora habíamos venido subiendo por entre potreros y acahuales, siguiendo un camino que usa la gente para llegar a sus parcelas, pero ahora doblamos a la derecha, y entramos por un sendero que pasa un sembrado de árboles de macadamia y entramos al bosque de niebla, este es un lugar que se llama Filo Tenchotepe.

Allí adentro se escucha cantar a la Paloma Perdiz Cariblanca (Geotrygon albifacies), subimos por un sendero que nos lleva por la cresta de un cerro, entre dos valles, a ambos lados se oye el agua correr y los tenchos florecen con pinceladas rojas sobre casi todos los troncos; excepto sobre el Palo Zopilote, el cual va haciendo caer su corteza en capas, para evitar que cualquier epífita lo colonice, pero aun así el caos verde se perpetúa, y hay sitios donde el suelo es tan blando que se siente como un colchón por las hojas que hay debajo.
Palo Zopilote

Le hablamos al Chivizcoyo, pero no contesta, seguimos caminando y el Breñero Rojizo (Automolus
rubiginosus) llama a lo lejos,  el camino pasa por un lugar donde los helechos han crecido y se han hecho plaga porque antes talaron el bosque en ese lugar y cierta especie de helecho colonizó toda esa parte: en fin, después de salir de ese tramo de matorrales, el bosque vuelve a meterse dentro de mí, o yo me vuelvo a meter dentro del bosque, no lo comprendo con exactitud, pero escuchamos a los Quexques (Cyanolyca cucullata) a lo lejos, en la cima de otro cerro. Junto a nosotros anda un Güichi; así les dice Don Pedro Mota a los colibríes (parece ser una reminiscencia del náhuatl Huitzil) pero es muy rápido y no veo que especie es: A los lados los árboles se extienden y casi se imaginan
interminables, pero allí enfrente hay un potrero, una pequeña parcela desnuda entre el monte verde y negro, negro porque las sombras de las sierras oscurecen los pequeños valles, una Tucaneta Verde (Aulacorhynchus prasinus) pasa volando como una hoja con vida propia entre la oscuridad de las cañadas y la luz del cielo, hay un líquidambar solo en el potrero, sobre él crece muérdago, y del muérdago se alimenta un Güichi Canelo (Lamprolaima rhami), también los Monjitos (Euphonia elegantissima) están comiendo de esa planta. Pedro Mota me invita un plátano de los que trae en su morral, ya hace hambre y no puedo negarme.

Sin embargo, los méndigos chivizcoyos no aparecen. Ni uno solo ha cantando, se han perdido bajo los helechos enormes del propio bosque, han entrado a sus raíces… y no me quieren ver. Pero seguimos caminando y se anda por las rama un Trepatroncos Coronipunteado (Lepidocolaptes affinis) y unos Carpinteros Arlequines (Melanerpes formicivorus) se comen las frutas del Ixpepe, pero no hay chivizcoyos.

Líquidambar
Nos desviamos del camino y nos paramos frente a la cañada que se extiende ante nosotros, la extensión verde y húmeda no permite ver el fondo, pero Don Pedro recomienda volver a hablarle a los chivizcoyos desde allí y así lo hacemos, después de unos minutos de tensión, ellos nos contestan desde el fondo de la cañada. Por fin, ubicamos a esos elusivos plumíferos. De algún modo logramos bajar y nos acercamos a ellos, les volvemos a hablar y los chivizcoyos responden, allí está, en los misterios del bosque mesófilo, una de las aves más difíciles de encontrar de México. Esto es un asunto personal entre esas gallinas y yo, las he buscado… las he oído, he estado a punto de verlas, pero siempre han conseguido evadirme…

Y de nuevo lo hacen, porque aunque estamos cerca de los chivizcoyos, ellos están al otro lado de la cañada y no los podemos ver, están allí comiendo y no pretenden moverse por más que los esperemos, ellos están en sus asuntos, así que después de esperar largo rato nos retiramos para volver a bajar. En el camino de bajada cortamos unos higos silvestres para comer después y durante el descenso Don Pedro me comenta y me cuenta sobre los árboles y las aves, las tierras las lluvias y las historias de estos caminos. No he encontrado al Chivizcoyo, al menos por hoy… pero vislumbrar los caminos del aire y de la hojarasca que han recorrido tantas distintas aves, y verlos también a través de los ojos de Don Pedro Mota, que ha estado aquí y visto las cosas co
mo fueron antes, me causa sentimientos encontrados: antes hubo, y hoy ya no hay, pero por ahora queda la oportunidad de conservar lo que permanece, lo que no se debe perder metido entre la niebla y sólo puede permanecer con ayuda de la gente que aquí vive.


Ya es casi la tarde, y las piedras del camino que fueron afiladas por la luna eran suavizadas por las alas de cientos de mariposas…
el bosque de niebla, sin niebla

listado

Bearded Wood-Partridge (Dendrortyx barbatus)
Black Vulture (Coragyps atratus)
Turkey Vulture (Cathartes aura)
Roadside Hawk (Rupornis magnirostris)
Red-tailed Hawk (Buteo jamaicensis)
White-tipped Dove (Leptotila verreauxi)
White-faced Quail-Dove (Zentrygon albifacies)
White-winged Dove (Zenaida asiatica)
Mottled Owl (Ciccaba virgata)
large swift sp. (Apodidae sp. (large swift sp.))
small swift sp. (Apodidae sp. (small swift sp.))
Magnificent Hummingbird (Eugenes fulgens)
Amethyst-throated Hummingbird (Lampornis amethystinus)
Garnet-throated Hummingbird (Lamprolaima rhami)
Bumblebee Hummingbird (Atthis heloisa)
Wedge-tailed Sabrewing (Campylopterus curvipennis)
Azure-crowned Hummingbird (Amazilia cyanocephala)
Berylline Hummingbird (Amazilia beryllina)
hummingbird sp. (Trochilidae sp.)
Gartered Trogon (Trogon caligatus)
Collared Trogon (Trogon collaris)
Blue-crowned Motmot (Momotus coeruliceps)
Emerald Toucanet (Aulacorhynchus prasinus)
Acorn Woodpecker (Melanerpes formicivorus)

 
Melanerpes formicivorus

Smoky-brown Woodpecker (Picoides fumigatus)
Collared Forest-Falcon (Micrastur semitorquatus)
Olivaceous Woodcreeper (Sittasomus griseicapillus)
Spot-crowned Woodcreeper (Lepidocolaptes affinis)

Lepidocolaptes affinis


Ruddy Foliage-gleaner (Clibanornis rubiginosus)
Greenish Elaenia (Myiopagis viridicata)
Eye-ringed Flatbill (Rhynchocyclus brevirostris)
Yellow-olive Flycatcher (Tolmomyias sulphurescens)
Olive-sided Flycatcher (Contopus cooperi)
Yellow-bellied Flycatcher (Empidonax flaviventris)
Cordilleran Flycatcher (Empidonax occidentalis)
Empidonax sp. (Empidonax sp.)
Dusky-capped Flycatcher (Myiarchus tuberculifer)
Boat-billed Flycatcher (Megarynchus pitangua)
Social Flycatcher (Myiozetetes similis)
Masked Tityra (Tityra semifasciata)
Rose-throated Becard (Pachyramphus aglaiae)
Brown-capped Vireo (Vireo leucophrys)
Azure-hooded Jay (Cyanolyca cucullata)
Green Jay (Cyanocorax yncas)
Band-backed Wren (Campylorhynchus zonatus)
Gray-breasted Wood-Wren (Henicorhina leucophrys)
Brown-backed Solitaire (Myadestes occidentalis)
Orange-billed Nightingale-Thrush (Catharus aurantiirostris)
Black-headed Nightingale-Thrush (Catharus mexicanus)
Black Thrush (Turdus infuscatus)
Clay-colored Thrush (Turdus grayi)
Gray Silky-flycatcher (Ptiliogonys cinereus)
Louisiana/Northern Waterthrush (Parkesia motacilla/noveboracensis)
Rufous-capped Warbler (Basileuterus rufifrons)
Golden-browed Warbler (Basileuterus belli)
Slate-throated Redstart (Myioborus miniatus)
White-collared Seedeater (Sporophila torqueola)
Yellow-faced Grassquit (Tiaris olivaceus)
Black-headed Saltator (Saltator atriceps)
Grayish Saltator (Saltator coerulescens)
Chestnut-capped Brush-Finch (Arremon brunneinucha)
White-naped Brush-Finch (Atlapetes albinucha)
Rusty Sparrow (Aimophila rufescens)
Common Chlorospingus (Chlorospingus flavopectus)
Elegant Euphonia (Euphonia elegantissima)
Lesser Goldfinch (Spinus psaltria)

sábado, 27 de septiembre de 2014

No hay aves bajo el agua o por qué los chivizcoyos no nadan


un detalle del pasto marino
Estoy en primer semestre de la carrera de biología (por ahora puro bicho microscópico) y no se concibe esta carrera sin una salida al campo. Así que nos tocó el turno a nosotros,  a nuestro grupo, y el jueves 25 y viernes 26 de septiembre fuimos buscando Protozoarios (organismos acuáticos unicelulares) a la Isla de Sacrificios y a la laguna de La Mancha… esto no sería tan malo y difícil si sólo pudiese concentrarme en los organismos que buscamos, ¡PERO NO PUEDO! Tengo que pajarear
.
Salimos de Xalapa 33 personas (31 alumnos, la maestra y el chofer del camión) en la mañana del jueves con rumbo a la ciudad de Veracruz. La mayoría no dejó de hablar durante el trayecto: después de dos horas de camino llegamos al calor puerto y nos dirigimos a las oficinas de la CONANP (comisión nacional de áreas naturales protegidas) donde nos dieron una breve plática sobre el sistema arrecifal veracruzano, porque la Isla de Sacrificios está dentro del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, y no puedes pasar así como si nada a este lugar.

biologos trabajando... o algo así
Después de la plática y el aire acondicionado… salimos al calor y al camión, y de alguna extraña forma todos estábamos listos pero nadie sabía que hacer exactamente, aún así pudimos llegar sin muchos contratiempos al embarcadero de donde saldríamos y una vez acomodados, nuestra lancha salió rumbo a la isla. Esta isla, junto con otras que conforman el sistema arrecifal, tienen barreras hechas de corales que forman lagunas de aguas tranquilas donde prolifera la vida de seres acuáticos, y en las islas con un poco de árboles, hay aves.


Las primeras del día fueron las gaviotas reidoras (Leucophaeus atricilla) que andaban volando arriba de la lancha, unas fragatas (Fregata magnificens) agua salada… más agua salada, y de repente la Isla de Sacrificios quedó atrás, íbamos hacia Isla Verde, que es otra isla del parque donde hay manglares y eso conlleva Setophaga petechia erithrachorides, pero no… fue un error y dimos media vuela hacia Sacrificios, mi chipe de manglar deberá esperar.

Llegando a la isla a la que sí debíamos de ir, aparecieron unos cuantos Pelicanos Pardos (Pelecanus occidentalis) junto con los cormoranes que se estaban secando al sol en unas salientes rocosas, había gaviotas y más fragatas, un playero (Calidris sp.) se perdió de vista antes de que lo pudiera ver bien y un pelícano juvenil que aparentemente estaba enfermo, porque no podía volar, y sólo hizo un torpe intento de mover las alas, al parecer ya ha habido varios pelicanos enfermos en los últimos días.
Después de hacer los respectivos papeleos y trámites para desembarcar en la isla (está resguardada por marinos) bajamos  y el interior de la isla tiene matorrales y árboles altos por donde se movían pequeñas aves migratorias que usan cualquier sitio con sombra y comida para refugiarse y seguir viajando de noche, es un viaje exigente de miles de kilómetros y no todas sobreviven y en el camino había un pequeño plumífero caído; un Chipe Flameante (Setophaga ruticilla) que aparentemente murió de cansancio.

pasto marino en Isla de Sacrificios
Pero había que llegar a la playa y ver organismos acuáticos, así que me despedí de los pájaros por un momento y nadé…  allí abajo es otro bosque, con sus parvadas mixtas de plata y cristal volando en su cielo líquido y la vida bullendo alrededor, todos van con la corriente y la vida fluye en el mar como anda en la tierra, hubo esponjas, peces de distintas especies, anémonas y un pulpo travieso que protagonizó un abrazo inesperado. Pero las aves me hablaban.

Una vez que acabé lo que tenía que hacer, salí a tierra y cambié visor por binocular, me dirigí hacia donde había visto volar a unos playeros que prometían ser interesantes: allí estaban, era un grupo de Cigueñuelas (Himantopus mexicanus) que estaban volando, tratando de resistir el viento que había comenzado a ponerse más fuerte, por otro lado, un Martín Pescador Norteño (Ceryle alcyon) estaba checando el menú cuidadosamente desde una ramita.
vista del puerto de Veracruz desde la isla (esas nubes no serán buenas)


Pero ni Martín pudo comerse nada ni yo seguir mucho tiempo allí porque el viento empezó a arreciar, y debíamos irnos, pero en el trasiego de cosas y que las cuerdas y que el visor y que donde dejé la mochila y… ¡que carambas! todo se llenó de arena. En esos momentos de tensión pude ver todavía a un Chipe Encapuchado (Setophaga citrina) escondido en el suelo de la isla, a varios Chipes Amarillos (Setophaga petechia) un Chipe Flameante vivo y un Zorzal Rojizo (Catharus fuscescens) que andaban por ahí, y todavía salió a despedirnos un Pibí Oriental (Contopus virens) y lo demás fue salado.

Varios minutos (y litros de agua tragados) después, llegamos a la costa, nos despedimos de los lancheros que nos llevaron, soportaron y regresaron a la costa reprimiendo el impulso de lanzar al mar a alguno de nosotros. Allí en los muelles paso cerca un Charrán Real (Thalasseus maximus) mientras nos preparábamos para dejar el puerto de la Vera-Cruz y salir rumbo a la laguna de La Mancha… pero antes había que comer, y cualquier puesto de la esquina fue buena opción para ir entrenando el estómago.

Pasamos por comida a Cardel y como a eso de las cinco de la tarde, después de comprar lo que se nos había olvidado necesario para cocinar en la playa, nos dirigimos hacia La Mancha. Para mí ha sido más veces recorrida esa carretera hacia los sitios donde la sierra llega al mar, el lugar de la lluvia y el cerro del vigía, los loros y los pijijes que he visto aquí me acompañan. Los mares de caña y las islas (pocas islas) de bosque en las cimas de los cerros, y las nubes, casas de los viejos rayos que ya andaban de fiesta a esas horas.


Caña Dulce y caña brava
Caña lerolerolero
Que yo soy como la caña
Que me queman y no muero
Son de La Caña


Llegamos a la laguna y descargamos todo: por allí andaban ya las garzas nocturnas coroniclaras (Nyctanassa violacea) y nosotros armando el campamento, tratando de evitar que volaran las casas de campaña con el viento que bajaba desde el norte, el mismo viento que estaba empujando a las últimas golondrinas del día que a las seis y media de la tarde, seguían migrando.

estos son cangrejos ermitaños
Cayó la noche y la leña, la noche miraba las luces que nunca se apagan en la tierra y nosotros mirábamos la luz del fuego que al menos pudimos encender. Los pequeños seres que viven en la laguna y en el mar nos miraban a nosotros, y luego de haber tomado las muestras que necesitamos nos sentamos a cenar. Pero ya he dicho que los viejos rayos tenían fiesta y se miraban venir hacía rato, jugando sobre la sierra y en El Lugar de la Lluvia. Ellos quisieron invitarnos también a su juego, pero no saben (o si saben y les vale) que a nosotros no nos gusta mojarnos, y apenas llegó la lluvia, todos nos metimos como cangrejos ermitaños dentro de las conchas, y aun así no todos sobrevivieron, quiero decir que varias tiendas resultaron anegadas y sus ocupantes optaron por meterse al camión a dormir.


Yo me quedé, después de platicar un rato me quedé dormido y desperté como a las tres de la mañana (la hora del diablo, de las brujas y los nahuales) y salí a caminar un rato, junto con dos compañeros trasnochadores. Los chipes migrantes se escuchaban pasar por el cielo tachonado de estrellas, y allí en la boca de la laguna andaba volando un Rayador Americano (Rhynchops niger) cazando peces con su pico invertido, también los Playeros Mínimos (Calidris minutilla) y las Cigüeñuelas se estaban alimentando a esa hora, es un comportamiento que nunca había observado, principalmente porque a esas horas estoy durmiendo antes de salir a pajarear.

Egretta rufescens LIFER!
Los rayos regresaron horas después y la arena estaba mojada cuando me desperté para comenzar un muestreo de galerías de cangrejo fantasma (Ocypode sp.) en la playa. Una coca y unas galletas me despertaron lo suficiente, así que mientras el resto del grupo se preparaba para el muestreo me escapé unos minutos a la boca de la laguna para ver que salía, y allí estaban más Gaviotas Reidoras, Charranes de Sandwich (Sterna sandwichensis) varios Pihuihuis (Tringa semipalmata) el Zarapito Pico Largo (Numenius americanus) el Patamarilla Mayor (Tringa melanoleuca) la Garza Tricolor (Egretta tricolor) Garzas Niveas (Egretta thula) y de repente aparece una garza más grande y blanca, evidentemente distinta, patas negras, pico oscuro y más grande que las otras garzas presentes, pero no tan grande como un Garzón Blanco (Ardea alba) que estaba detrás. Era indudablemente el morfo blanco de la garza rojiza (Egretta rufescens) y nunca lo había visto antes, con eso me conformaba para toda la salida.

Cangrejo fantasma: foto robada vilmente del facebook
de Liza Ivonne Aguilar
Los cangrejos no fueron difíciles, lo difícil fue el calor y los moscos… esos pequeños seres sedientos de sangre, y la arena… arena por todas partes* así con todo, una vez terminado el muestreo, hubo que recoger las tiendas y guardar todo lo guardable para salir a nadar a un arrecife al norte de donde nos habíamos quedado, y allá fuimos, tras la arena y tras las rocas, debajo del agua y las olas, en el mundo líquido que yo no conozco, allí viven unas criaturas extrañas que saben existir desde hace eones, el agua es nuestra propia cuna, allí están unos gasterópodos que se llaman liebres de mar, son muy chistosos y andan comiendo por aquí y por allá, los peces nadan entre las algas que proliferan aquí, donde también hay verde… pero un verde aguamarina, arriba en el cielo un Aguililla Caminera (Buteo magnirostris) se lanza entre los árboles de la selva baja, vuelan las golondrinas migrando junto con los Arroceros (Spiza americana) hacia el sur.

Salimos del agua como al medio día, todavía algunos fuimos a la Selva Baja por un rato, allí había chipes y tangaras migratorias, pero mis binoculares estaban guardados en otra mochila (siempre que vas sin binoculares salen las aves, siempre) así que no pude saber que eran, así que después de tomarnos una foto (pa’l face) regresamos hacia donde teníamos las cosas. Para encontrarnos con que una de nuestras compañeras se había puesto mal: tantos moscos y chaquistes le habían picado que se desencadenó una reacción alérgica con bastante inflamación. Así que había que buscar ayuda médica donde se pudiera.

Mientras la maestra y algunos compañeros iban con ella a buscar un médico, nosotros, los que nos quedamos, quedamos de recoger las tiendas y arreglar todo lo que pudiéramos, limpiar nuestra basura y acomodar todo, prepararnos para regresar a Xalapa. Pero comimos el atún que nos quedaba y los tomates que no se habían podrido y las cosas que habían sobrevivido de la fallida cena de la noche anterior, y una vez arreglado todo y comido lo que había que comerse, cada quien se tendió a descansar y esperar el regreso de nuestros compañeros: un Halcón Aplomado (Falco femoralis) estaba sobrevolando la playa en busca de comida, las golondrinas seguían pasando por encima de nosotros, y con detenimiento pude distinguir dos especies; Golondrina Tijereta (Hirundo Rustica) y Golondrina Ribereña (Riparia riparia) pero hay varias especies posibles que están migrando y muchas golondrinas volando. También las libélulas estaban por todos lados, moviéndose con el viento que había empezado a soplar de nuevo.

Finalmente nuestros compañeros regresaron, todo había salido bien, y la reacción alérgica de Naomi (porque así se llama la compañera que se puso mal) había sido controlada así que podíamos irnos ya a Xalapa, no sin antes recoger BIEN nuestras cosas, procurando no dejar NADA, en La Mancha, y una vez que estuvimos todos en el camión, dejamos la laguna costera, nos alejamos de la sierra de Manuel Díaz y regresamos a Xalapa, el camino de regreso fue silencioso, casi todos dormidos: algunos compañeros incluso entraron en estados catatónicos, pero al final regresamos todos: del agua líquida y salada a mi neblina natal.

el grupo sobreviviente (faltaron varios y la maestra)
foto tomada sin permiso del facebook de  Karen Ramírez


*Al momento de escribir esto, todavía hay arena en mi cabello


El listado de aves de los dos días de salida  
Magnificent Frigatebird (Fregata magnificens)

cormorant sp. (Phalacrocorax sp.)

Brown Pelican (Pelecanus occidentalis)

Great Blue Heron (Ardea herodias)

Great Egret (Ardea alba)

Snowy Egret (Egretta thula)

Tricolored Heron (Egretta tricolor)

Reddish Egret (Egretta rufescens)

Yellow-crowned Night-Heron (Nyctanassa violacea)

Black Vulture (Coragyps atratus)

Black-necked Stilt (Himantopus mexicanus)

Spotted Sandpiper (Actitis macularius)

Greater Yellowlegs (Tringa melanoleuca)

Willet (Tringa semipalmata)

Long-billed Curlew (Numenius americanus)

Least Sandpiper (Calidris minutilla)

peep sp. (Calidris sp. (peep sp.))

Scolopacidae sp. (Scolopacidae sp.)

Laughing Gull (Leucophaeus atricilla)

Caspian Tern (Hydroprogne caspia)

Royal Tern (Thalasseus maximus)

Sandwich Tern (Thalasseus sandvicensis)

Black Skimmer (Rynchops niger)

Belted Kingfisher (Megaceryle alcyon)

Eastern Wood-Pewee (Contopus virens)

Great Kiskadee (Pitangus sulphuratus)

Bank Swallow (Riparia riparia)

swallow sp. (Hirundinidae sp.)

Blue-gray Gnatcatcher (Polioptila caerulea)

Veery (Catharus fuscescens)

Hooded Warbler (Setophaga citrina)

American Redstart (Setophaga ruticilla)

Yellow Warbler (Setophaga petechia)

passerine sp. (Passeriformes sp.)

un ¿gobio?

no tengo idea que era esto

anémonas

el pasto marino en Isla de Sacrificios

¿Algas?

una liebre de mar


miércoles, 23 de julio de 2014

Santa Gertrudis, o, esto se pone interesante


nidos
Durante los días 7,8 y 9 de Julio fui invitado a participar con un grupo de investigadores del INECOL (instituto de ecología) en una prospección de un sitio llamado Santa Gertrudis, para basar futuros proyectos. Sobre mamíferos, anfibios y aves: allí fui yo, y esto es lo que yo vi.

Santa Gertrudis es una reserva ecológica privada sostenida por la fundación Hernández Ochoa. Si, tiene que ver con el ex gobernador del estado de Veracruz, porque él la promovió como tal en el año de 1982: desde entonces, la reserva tiene unas 925 hectáreas de Selva Mediana Subperenifolia, que algunos consideran como el sitio más norteño de este ecosistema en México.

Pasando la laguna de La Mancha, después de la Nucleoeléctrica de Laguna Verde, allá lejos de Palma Sola, entrando por el pueblito de Santander y subiendo un camino que han dañado los huracanes, pasamos potreros y nubes de mariposas y comenzamos a ver el bosque. Llegamos a las cabañas y a la casa de la familia Hernández Ochoa, que nos ha recibido amablemente. Y Bernardo Vega Hernández, que ha crecido aquí nos llevó por los caminos de la antigua hacienda que son ahora senderos entre la selva mediana.

Una vez que dejamos nuestras cosas, nos preparamos para dar el primer recorrido por un sendero que un día fue una carretera y llevaba desde la vieja hacienda a las poblaciones cercanas y aún hoy le sirve a la gente de ruta. Bernardo Vega es nuestro guía, él conoce bien estos caminos e indica por donde suelen atravesar distintos mamíferos, los arroyos para las ranas y mangales, donde al parecer llegan los Hocofaisanes (Crax rubra) cuando hay frutas. Pero por ahora no hay, lo que si hay son Trogones Cabecinegros (Trogon melanocephalus) cantando por todos lados, también cantan los Colorines Azules (Cyanocompsa parellina) un Chivirín Vientriblanco (Uropsila leucogastra) también aparece, y el olor a cedro impregna el aire.

Los árboles están cubiertos por Paxtle (Tillandsia sp.) que los vuelve viejos en su apariencia, por allí aparecen orquídeas y bromelias, y Bernardo nos señala un cerro que se ve a la distancia cubierto de bosque, es el Cerro Chichimecas. Desde el lugar donde estamos, se pueden apreciar varias cumbres cubiertas de monte, y de nubes: no sería bueno que nos agarre la lluvia aquí, así que después de una hora y media aproximadamente de camino regresamos a las cabañas, y ¿Qué creen? Nunca llovió.

Después de comer allí, los investigadores hablaron con doña Elvira Hernández, sobre lo que alguna vez se investigó y exploró dentro de Santa Gertrudis (y que por alguna razón se dejó de hacer) y sobre lo que se puede hacer de nuevo, con los mamíferos grandes y los hocofaisanes y las ranas y las poblaciones y las cyacadas milenarias y… realmente se puede hacer mucho.

Scaphidura oryzivora
Hay una colonia de oropéndolas allí afuera, en unas palmas que están rebosantes de nidos, un Tordo Gigante (Scaphidura oryzivora) está esperando su oportunidad para entrar y poner su propio huevo en algún nido descuidado, pero la vigilancia de la colonia lo impide: por allí está una Tucaneta Verde (Aulacorhynchus prasinus) y unas chachalacas pelean en los matorrales. La media tarde es sofocantemente calmada en sonidos y actividad, no hay nada más que calor y pequeños moscos que me están atacando brutalmente (mala idea dejar la camisa de manga larga) pero conforme baja el sol, los Tinamús (Crypturellus cinnamomeus) comienzan a cantar, y los tucanes como plátanos voladores pasan a través de los árboles, por allí hay un nido de Bolsero de Audubon (Icterus graduacauda) y por allá hay otro de Matracas (Campylorhynchus zonatus) y un par de Loros Cachetiamarillos (Amazona autumnalis) están allí arriba, en lo más alto de los árboles, platicando… platicando.

La noche pasa entre Buhos Cafés (Strix virgata) algunas especies de ranas, sapos realmente grandes, una serpiente, y alacranes sobre el techo, pero a la mañana siguiente salimos, guiados nuevamente por Bernardo hacia una parte de la reserva que le llaman Centenario, que tiene un poco, una probadita de bosque mesófilo: comenzamos a recorrer un sendero que sube y sube entre peñascos y los chivirines cantan por ambos lados, algo que parece un Picogrueso Cuellirrojo (Rhodotrhaupis celaeno) está cantando en algún punto sobre el dosel, pero nunca aparece.

Hay una pared de piedra por donde se asoman Cycadas (Dioon edule) y debajo el bosque se extiende y se extienden también los cantos de tres especies de trogones, Cabecinegro (Trogon melanocephalus) Violáceo (Trogon caligatus) y de Collar (Trogon collaris) cada cual a su ritmo y extendiéndose  van buscando quién los oiga.
sierra de Chiconquiaco
Ahora vamos por el borde de la reserva y podemos ver la sierra de Chiconquiaco al oeste, pero con potreros por donde sea y algunos cuantos, unos pocos cerros sin talar en la distancia. Dentro de la reserva, la vegetación ha cambiado y es más achaparrada y desordenada, Bernardo explica que hace algunos años, aquí hubo un incendio que arrasó toda esa parte, pero la vegetación se está regenerando: al seguir avanzando y subiendo hay árboles de pimienta y mango que se quedaron cuando algunas personas que vivían aquí se fueron; también se quedó un potrero que lentamente es invadido por los huizaches, y allí están los Carboneros (Baeolophus atricristatus) un ave que no habíamos visto aquí, también se escucha el Trepatroncos Pico de Marfil (Xiphorhynchus flavigaster) y el sendero sube y sube, y baja de pronto hacia una pequeña cañada con vegetación exuberante y un helecho arborescente perdido por ahí: hemos llegado al bosque mesófilo, y allí anda sobre las piedras el Chipe de Roca (Euthlypis lachrimosa) y el Fandanguero Colicuña (Campylopterus curvipennis) anda buscando de comer sobre las flores.
Allá había que llegar

Descansamos allí y es tiempo de regresar; en el camino de regreso,  en la última cresta que subimos antes de llegar a este lugar, allí suena el Picoplano Rabón (Platyrinchus cancrominus) un pequeño mosquero que se la pasa en el sotobosque y que no he visto, pero esta vez (como otras tantas) no se deja ver y continúo mi camino, sólo para llegar de nuevo a las cabañas (a ver la derrota de Brasil siete a cero a manos de Alemania) y ver que las tucanetas están activas en su nido, que es un hoyo en un árbol justo enfrente de la cabaña. La tarde vuelve a transcurrir entre mosquitos y el sol que se esconde y deja las cycadas viejísimas cubiertas de tonos rojizos, a la noche salgo con los investigadores que andan en busca de ranas y no hay muchas, sólo una Nauyaca (Bothrops asper) pasa justo enfrente de mí y desaparece a un lado del camino; pero no muchas ranas. Allá por la serranía se ve un punto de luz roja, allí arriba de los cerros, ha de ser un nahual.
una ranita de cuyo nombre no puedo quiero acordarme



La mañana del siguiente (y último) día bajamos hacia un lugar que se llama Arroyo de Caballos, que está en una de las partes más bajas de la reserva y es un acahual que se ha venido desarrollando con los años: bajamos el camino principal, el mismo por el que subimos hasta las cabañas, y luego nos desviamos en un pequeño sendero: en algún lado se oyen unos loros que están conversando perchados en un árbol, luego el árbol solitario donde están se hace visible; luego se acercan a mis ojos con los binoculares, y ¡zas! Allí está una especie esperadamente sorpresiva y en peligro de extinción: el Loro Tamaulipeco (Amazona viridigenalis) está frente a mí y después de unos momentos de contemplación, ese loro y su familia escondida en ese mismo árbol, salen volando hacia arriba, hacia los cerros recortados contra el azul clarito del amanecer, ¡que allí permanezcan, que no se pierdan!
Amazona viridigenalis

Caminamos siguiendo un sendero que de repente se perdía entre un arroyo y volvía a encontrarse del otro lado, hasta que finalmente desapareció por completo; los arroyos que vienen bajando de las partes altas son más transparentes aquí y tienen alguna cantidad de peces grandes y camarones y algunos otros seres que dependen de estos cauces, pero que no vimos.

Regresamos a las cabañas para recoger cosas, porque nos marchamos de Santa Gertrudis esa tarde. Y después de comer un pescado empapelado bastante sabroso, descansar un rato (es notorio lo bien que se pajarea desde una hamaca, aunque no se pueda dormir) y despedirnos de la familia Hernándes Ochoa que nos permitió venir a este puntito verde de bosque, lleno de tucanes y loros, y quien sabe, hasta de oportunidades.

enlace a la fundación Hernández Ochoa , que mantiene la reserva 

Este es el listado de las aves que vi/escuché en esos tres días

Thicket Tinamou (Crypturellus cinnamomeus)
Plain Chachalaca (Ortalis vetula)



Cattle Egret (Bubulcus ibis)
Black Vulture (Coragyps atratus)
Turkey Vulture (Cathartes aura)
Roadside Hawk (Rupornis magnirostris)
Red-billed Pigeon (Patagioenas flavirostris)
White-tipped Dove (Leptotila verreauxi)
Gray-headed Dove (Leptotila plumbeiceps)
Leptotila sp. (Leptotila sp.)
Squirrel Cuckoo (Piaya cayana)
Ferruginous Pygmy-Owl (Glaucidium brasilianum)



Mottled Owl (Ciccaba virgata)
Stripe-throated Hermit (Phaethornis striigularis)
Wedge-tailed Sabrewing (Campylopterus curvipennis)
White-bellied Emerald (Amazilia candida)
Rufous-tailed Hummingbird (Amazilia tzacatl)




hummingbird sp. (Trochilidae sp.)
Black-headed Trogon (Trogon melanocephalus)
Gartered Trogon (Trogon caligatus)
Elegant Trogon (Trogon elegans)
Mountain Trogon (Trogon mexicanus)
Collared Trogon (Trogon collaris)
Blue-crowned Motmot (Momotus coeruliceps)
Ringed Kingfisher (Megaceryle torquata)
Emerald Toucanet (Aulacorhynchus prasinus)




Keel-billed Toucan (Ramphastos sulfuratus)




Golden-fronted Woodpecker (Melanerpes aurifrons)
Ladder-backed Woodpecker (Picoides scalaris)
Collared Forest-Falcon (Micrastur semitorquatus)
Laughing Falcon (Herpetotheres cachinnans)
Red-crowned Parrot (Amazona viridigenalis)



Red-lored Parrot (Amazona autumnalis)



Ivory-billed Woodcreeper (Xiphorhynchus flavigaster)
Yellow-olive Flycatcher (Tolmomyias sulphurescens)
Stub-tailed Spadebill (Platyrinchus cancrominus)
Dusky-capped Flycatcher (Myiarchus tuberculifer)
Great Kiskadee (Pitangus sulphuratus)
Boat-billed Flycatcher (Megarynchus pitangua)
Social Flycatcher (Myiozetetes similis)
Sulphur-bellied Flycatcher (Myiodynastes luteiventris)
Masked Tityra (Tityra semifasciata)
Lesser Greenlet (Hylophilus decurtatus)
Brown Jay (Psilorhinus morio)
Green Jay (Cyanocorax yncas)
Black-crested Titmouse (Baeolophus atricristatus)




Band-backed Wren (Campylorhynchus zonatus)
Spot-breasted Wren (Pheugopedius maculipectus)
White-bellied Wren (Uropsila leucogastra)
White-breasted Wood-Wren (Henicorhina leucosticta)
Clay-colored Thrush (Turdus grayi)
Tropical Parula (Setophaga pitiayumi)
Fan-tailed Warbler (Basileuterus lachrymosus)




Golden-browed Warbler (Basileuterus belli)
Golden-crowned Warbler (Basileuterus culicivorus)
Yellow-winged Tanager (Thraupis abbas)
Red-legged Honeycreeper (Cyanerpes cyaneus)
Yellow-faced Grassquit (Tiaris olivaceus)
Black-headed Saltator (Saltator atriceps)
Olive Sparrow (Arremonops rufivirgatus)
Red-throated Ant-Tanager (Habia fuscicauda)
Crimson-collared Grosbeak (Rhodothraupis celaeno)
Northern Cardinal (Cardinalis cardinalis)
Blue Bunting (Cyanocompsa parellina)
Great-tailed Grackle (Quiscalus mexicanus)
Giant Cowbird (Molothrus oryzivorus)



Audubon's Oriole (Icterus graduacauda)



Altamira Oriole (Icterus gularis)
Yellow-billed Cacique (Amblycercus holosericeus)
Montezuma Oropendola (Psarocolius montezuma)



Scrub Euphonia (Euphonia affinis)
Yellow-throated Euphonia (Euphonia hirundinacea)